"Un científico emprende la conquista de la naturaleza a través del conocimiento externo. Con estos medios puede llegar a dividir el átomo y alcanzar poder externo. Un yogui emprende la exploración de su propia naturaleza interna a fin de penetrar el átomo (alma) del ser. No obtiene dominio sobre territorios extensos y mares agitados, sino sobre su propia carne recalcitrante y su mente febril. Ése es el poder de la verdad compasiva. La presencia de la verdad puede hacer que nos sintamos desnudos, pero la compasión nos arrebata la vergüenza. Esta búsqueda interior de crecimiento y evolución, o "involución", es el periplo yóguico profundo y transformador que espera al buscador de la Verdad. Empezamos esta involución con lo más tangible, nuestro cuerpo físico, y la práctica de yogasanas (posturas de yoga) nos ayuda a comprender y aprender a tocar este magnífico instrumento que se nos ha concedido a todos." B.K.S. Iyengar
Se corresponde con uno de los cinco Niyamas o normas de conducta de disciplina individual necesarias para afianzar el carácter del practicante (sadhaka). Santosa significa contento o satisfacción plena; existe contento y sosiego cuando la llama del espíritu no oscila con el viento del deseo; la mente alcanza la unidireccionalidad (ekagra) y, por ende, la paz. El yogui, al no sentir falta de nada, se halla satisfecho de forma natural, y esta satisfacción le procura una dicha sin par.